El auge de la inteligencia artificial (IA) continúa en 2024, desafiando las predicciones de una burbuja a punto de estallar.
De hecho, los expertos de Goldman Sachs sostienen que la IA está aquí para quedarse y que su impacto en la economía será profundo y duradero.
Un futuro impulsado por la IA
El informe de Goldman Sachs predice que la IA comenzará a tener un impacto significativo en el PIB de EEUU a partir de 2027, y luego se extenderá a otras economías del mundo en los años siguientes.
Este impacto se debe al potencial de la IA para automatizar muchas tareas cotidianas, lo que generaría ahorros de tiempo y aumentos de productividad considerables.
Casos de éxito prometedores
Los estudios de casos de empresas que ya han adoptado la IA muestran ganancias de eficiencia notables.
Joseph Briggs, codirector del equipo de Economía Global de Goldman Sachs Research, afirma: «Hay muchas razones para ser optimistas, solo que llevará un poco más de tiempo ver que estos aumentos de productividad se hacen realidad».
Desafíos para la adopción generalizada
A pesar del optimismo, la adopción generalizada de la IA enfrenta desafíos. Según Briggs, «tienen que ocurrir muchas cosas» para que la IA se extienda:
- Modelos más potentes
- Capacidad de respuesta
- Infraestructura robusta
Si bien la adopción de la IA aún avanza a un ritmo lento, el potencial de transformación económica es innegable.
Invertir en investigación, desarrollo e infraestructura será crucial para superar los obstáculos actuales y desbloquear los beneficios duraderos de la IA.
En resumen, la IA no es una moda pasajera, sino una fuerza transformadora con el potencial de impulsar el crecimiento económico y mejorar la productividad en todo el mundo.
Abordar los desafíos actuales y seguir invirtiendo en esta tecnología clave será fundamental para aprovechar al máximo su impacto positivo en el futuro.